Siempre que escucho la canción, mis labios esbozan una sonrisa. No es para menos. Ayer, en el gimnasio, los chicos y chicas de la clase de Spinning (bicicleta con música a toda pastilla) tuvieron el honor de escuchar el Guorefílin, canción freaky donde las haya. El porqué lo expongo a continuación:
"Facultad, noviembre de 1991 (empiezo bien, a lo Sofía Petrilo en 'Las chicas de oro'). Cuando volví de comer, Adrián me abordó como si hubiera visto a la Virgen. Con el careto desencajado, no hacía más que repetir:
-Te lo has perdío, tío, te lo has perdío.-¿Qué me he perdío?, pregunté, ya un tanto picado por la incógnita.
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A P.Ll bailando el Guorefílin en la sala de prensa.
Resulta que la señorita P.Ll, una compañera un tanto sui generis, había montado un numerito sin venir a cuento con un body y unas mallas -"totalmente metidas por la raja del culo", matizaba el escatológico-pornógrafo del narrador-, y un radiocassete que conectaba moviéndose igual que las bailarinas de Degas. Después, cuando escuchó los primeros acordes, empezó a botar como un oso Goommy tras tomar su ración de zumo de gomibaya, mientras de fondo sonaba el 'Guorefílin'.
¿Y qué es ello? Pues, tras sonsacarle un poco más, Adrián se arrancó a entonar la cancioncilla: ¡¡Y ERA 'WHAT A FEELING'!! Se trata, lo habrás adivinado, de la canción principal de Flashdance, ésa que interpretaba Irene Cara para mayor gloria o no, va en gustos, de la música de los ochenta (buen tema para los comments, jeje).
El oído teniente de Adrián parecía claro. Aunque no voy a dedicar este post a meterme con mi compañero y, sin embargo, amigo, sino a relacionar algunos ejemplos reseñables de oído teniente: los dos primeros de ayer mismo, en gimnasio también. De nuevo la señora Petrilo: "Sala de máquinas, ayer por la tarde noche: dos cachas canturreaban mientras empujaban hierro; uno de ellos decía "Tengo la cabeza negraaaa" (¡¡y yo loca de escucharte, hijoputa!!, pensé para mis adentros). Si Juanes lo oyera...
El otro repetía incesantemente "Semebeibi, semebeibi". Lo mirábamos con cara de compasión, como hay que mirar a uno de estos engendros, aunque la curiosidad me volvió a picar. "¿Qué dice el loco éste?". Después di con la clave, cuando añadió: "¿Eres tú mi beibi?". ¡¡MARTINI!! Estaba imitando a la cotorra del anuncio: como si él estuviera capacitado para parodiar al pobre animal...
Ahora bien, yo no me quedo al margen. Sobre todo porque, a la hora de cantar, yo canto. Y que se joda la letra si no me la sé. Qué más dará. Tal vez el caso más antiguo que recuerdo sea el de 'Message in a bottle', de Police, que en un momento dice: "Send me now an SOS (es-ou-es)". Yo, repetía convencido: "Send me now an ESO ES!!", acompañándolo con el consiguiente gesto de aseveración, dedo erguido, para añadirle teatralidad al asunto.
De la misma época más o menos debe de ser la canción "Chula bolera", de Sade (osea, Smooth Operator, ejem...). Todo ello sin menospreciar el tema 'Laika', de Mecano, que para mí no "era rusa", sino "rosa" (se ve que ya de pequeñito apuntaba 'maneras', jeje), y no era "una perra muy normal", sino "una perra muy voraz". No me extraña que, comiendo tanto, la mandaran a la luna. Porque los rusos tiene fama de estar a dos velas...
¿Y en misa? Ohhhhh, qué gloriosos eran esos momentos infantiles en que la hermandad de mi padre se reunía semanalmente para cantarle la Salve a la Virgen. En latín, a más deshonra de la estirpe. Obviamente, allí se oía de todo:
¿In hac lacrimarum valle? (en este valle de lágrimas). No señor, para este coro de pseudolaringectomizados era "Y la lágrima lumbade". ¿Y eso qué es? Nada, pero mejor canta y no preguntes.
"¿Et Iesum?" (Y Jesús). Pues no, mejor "Ella es un", soltando luego una retahíla incomprensible sobre todo lo que se supone que era ella: "Benedintofrutoventrictui". Menudo taco. Incomprensible, vamos. Y en vez de
"Oh, dulcis Virgo Maria", vamos a decir "Oh, dulcísima María". Claro que sí, hombre. Ahí va, amor superlativo a la Virgen.
Eso, escuchado todo en conjunto, no tenía desperdicio...
Aunque he de reconocer que la cosa no mejoraba en castellano. Porque esa Salve que decía "Te saluuudan los santosss y alzaaaa el amooor" (la frase carece de sentido en mi idioma, al menos) era para muchos, yo incluido: "Te saluuudan los santosss y HA-CE el amorrr". Qué pensaría Susan (tidad) de esto...
En fin, la casuística podría ser casi eterna. Así que por hoy vamos a dejarla aquí. Eso sí: prometo más.