Mol, life and so on

lunes, abril 21, 2008

...y todavía queda gente así


No puedo evitarlo. Me hierve la sangre cada vez que leo una noticia de este tipo. Hoy, repasando la prensa del fin de semana, descubro que la función del polémico Leo Bassi programada por el Ayuntamiento de Utrera (Sevilla) tuvo que ser suspendida como consecuencia de un aviso de bomba. Primero aplazada durante un año, porque en el municipio entendieron como “una provocación” que se representara coincidiendo con el año jubilar de la patrona, y cuando por dignidad torera se accede a que este señor monte su chou, pues resulta que los de siempre llegan… esta vez, con avisos de bomba.

Tampoco es la primera ocasión en que los medios sevillanos tiñen de negro sus páginas con noticias sobre este tío. Hace un año, más o menos, hubo una cutre-concentración beatona a las puertas del teatro de La Rinconada (Sevilla), si mal no recuerdo, para rezar en desagravio por los males que el cómico italiano le causaba a la sacrosanta misión de la Iglesia.
Y asimismo, trataban de convencer a los asistentes de que estaban atacando la moral y las buenas costumbres de una sociedad donde los católicos son víctimas del talante bolchevique del gobierno de turno, sea éste municipal, autonómico o nacional. Lo curioso es que se quejaban, entre otras cosas, de que había en el escenario "crucifijos de neón". ¿Y qué tienen estos en contra del neón?, me pregunto...

Tocahuevos. Es lo que son. E integristas, palabra que no me gusta nada por guay y por modernita Yo soy más castizo, y digo: “ Mirusté, señora desocupada que no tiene nada mejor que hacer que rezar a las puertas de un teatro. Mirusté, cabronazo que no duda en crear alarmismo social con una falsa amenaza de bomba. Miren todos ustedes, atajo de rancios que os cabreais cuando alguien se mete con Dios (que así, en abstracto, no es patrimonio de nadie), tensa la cuerda de lo políticamente correcto para ser creativo o, directamente, ataca –porque le da la real gana- todos aquellos valores eclesiales que para ustedes son importantes. Miren todos ustedes hacia aquí, por favor: ¡¡VÁYANSE A LA MIERDA!!

Ir al teatro es algo que uno hace si le viene en gana. Y si no, se va a la parroquia o a El Corte Inglés. O a casa de un amigo, o al museo, o a la cama. Y si la función se paga con dinero público, también la ofrenda a la Virgen de tal o cual, pese a que no todos los ciudadanos son católicos ni cofrades. Conste que a mí Leo Bassi me parece un imbécil, y que yo no iría a ver una representación suya porque, sencillamente, no me parece el mejor plan para un sábado por la tarde. Pero de ahí a que se le impida representar “La revelación” porque ataca al Papa… cuando el Papa y sus secuaces se atacan ellos solitos… En fin…

Aunque bueno, si ustedes logran ponerle un día el bozal a Antonio Burgos para que no denigre a las nuevas ministras llamándolas “modistillas”, yo empezaré a pensar que tienen un concepto del respeto muy equilibrado y que, cuando actúan, lo hacen movidos por el abnegado derecho al buen rollito social que guía los pasos del demócrata de centro. De lo contrario, seguiré creyendo que sólo defienden la pervivencia de una España rancia cuyas consecuencias podrían ser letales para la libertad individual. Y mi experiencia me dice que se mueven más bien por esto último…

miércoles, abril 09, 2008

Mariliendres Pastor


Gran putada. Lo rural es así. A veces, cuando uno cambia el asfalto por las cabras, loco de ensimismamiento y de aires garcilasianos, descubre que en el campo tampoco es oro todo lo que reluce. Hay que consumir agua embotellada (la otra es potable, pero sabe a rayos), se va la luz con demasiada frecuencia, las alcantarillas dan la nota en más de una ocasión (Sevilla capital no es diferente), y lo que es peor: se pierde la señal televisiva.

Así es. En mi pueblo, cuando llueve, sólo podemos ver las dos cadenas nacionales, y las dos autonómicas (en Euskadi y Cataluña serían las dos estatales y las dos nacionales, respectivamente). El resto del espectro televisivo queda reducido a un "No se encuentra la señal" cruzando la pantalla de lado a lado. Osea, que tocaba ver el debate de investidura... o Bola de Dragón. Tuve dudas... pero entonces la vi a ella. Y me quedé con el Parlamento.

¿Y de quién se trata? Muy sencillo: de Ana Pastor. Ahora que ejerce de vicepresidenta de la sacrosanto hemiciclo, igual la veo más. Porque antes, estaba así como perdida entre gallardones, acebes, zaplanas y (des)esperanzas. Claro que, en el PP, ¿a quién le importan las políticas sociales? Pues su responsable, todavía a menos gente. El caso (que me pierdo, leches), que yo venero a esta señora porque es la MARILIENDRES que siempre quise tener.

Sí señor. Es que es verla en la tele, y me dan unas ganas de cogerla del brazo y de decirle: "Vámonos a tomar cafelito, chocho, que hoy me cuentas tus ligues y yo mi primera vez". Es que es súper tierna, vamos... Y mientras más lo digo, más lo veo: yo, con mis vaqueros, una camiseta negra (pa variar) y mis Mustang azules; y ella, con su pelito liso, sus perlas, su chaqueta de mediomarca y su bolso grandote, lleno de chismes, mientras recorremos la calle Sierpes así, bien agarraditos, y contándonos nuestras cosas.

¡Ay! Lo que yo daría, además, por llevármela a El Bosque Animado, paradigma del ambiente hispalense, y tomar copitas sentados en un taburete de la barra (si es que siguen allí). Tú pagas una, y yo otra. Y vacilarle, por supuesto, que para eso sería mi mariliendres.

En éstas estaba cuando, de repente, la luz pegó un fogonazo y la tele dejó de verse por lo que quedaba de noche. Cogí mi libro de gallego, y me fui a la cama recordando que doña Ana, por cuestión de origen, además podría echarme un cable con este idioma. Si es que resulta perfecta, leches. Lástima que, como me imagino, ella no tenga ni el más mínimo interés en 'conectar' conmigo. Que si no, la llevo hoy mismo a la Feria para empezar a conocernos.

¿Y tú, querrías ser mi mariliendres? ;-)