No, no voy a dedicar los próximos veinte minutos de mi tiempo a hablar de Juan José, mi hermano, al que su corpulencia y estatura le otorgaban por mi parte el calificativo de coloso -mi padre le decía, y le sigue diciendo, "er mulo"-. Claro que eso ocurría cuando yo no levantaba dos palmos del suelo y, obviamente, todo lo veía mayor.
Aquí quiero darle un giro a la telerrealidad y ponerla a mi servicio. Sí, por qué no. Voy a reconocer una cosa: cada vez que empieza una nueva edición de Gran Hermano me paro a pensar qué ocurriría si a mí me permitiesen hacer la selección de los concursantes. Lo tengo clarísimo: cuento con gente a mi alrededor que daría muchísimo juego, borrando de los anales a la propia Fresita. Mi propuesta sería la siguiente:
-Mari Carmen. Una verdadera estrella, que pa eso es del Carmen, un barrio de artistas -yo también soy de allí-. ¿Os han pasado cosas raras en la vida? No como a ella. Apodada la MagicGnoma (es muy bajita), tiene múltiples habilidades, aunque ninguna llega a la altura de sus antológicos 'asquitos': esto es, un ruido que anticipa a la fatiga cada vez que, harta de comer, algún cabrón (osea yo) cuenta una guarrería. Por ejemplo: "Mari Carmen, ¿te imaginas mojar pan en los vómitos de aquel borracho?". Y no falla. Asquito al canto, y carcajadas mías hasta la extenuación. Creo que la audiencia le permitiría llegar a la final con el siguiente de la lista.
-Adrián. Un figura. Como a mí, le encanta todo lo cutre: Carmen de Mairena, Pozí, el universo freaky... provocarle 'asquitos' a MagicG., etc. Sus dos habilidades más conocidas son: hablar solo (y por los codos, además), cosa que pone de los nervios a quien percibe la articulación sonora en la distancia, e imitar ruidos o voces: el top ten de sus éxitos está encabezado por el Lehendakari, Picachu y una puerta al cerrarse. Creo que para reventar las audiencias, lo mejor sería que ambos se enrollaran. Aunque no sé si van a estar por la labor. Desde luego, en la casa se llevarían bien.
-Diossa. En realidad, se llama Anabel, pero ya ni me sale el nombre: es Diossa, y punto. ¿Conocéis la canción 'Divina de la muerte'? Es imposible que suene sin que piense en ella, porque me da la sensación de que tiene alguna prenda de todas las marcas allí nombradas. Además de unas gafas ultrafashion de original montura azul, posee un millón de gestos y expresiones que la delatan: por ejemplo, 'eres tú mi gitanitoooo' (canturreao), 'tiene pinta de hola qué tal' (trad. parece maricón), 'te dedico la mejor de mis sonrisas' (trad. vete al carajo), etecéetecé. Tendría muchos temas comunes, e intuyo que una buena relación, con el cuarto concursante: Osea con...
-...Isidoro. Es lo más. Isidoro es un chaval excelente, buen amigo, profundo y noble. Aunque su fascinación por Dolce Gavanna, Gucci, Louis Vuitton, etcétera, lo convierten en un personaje singular. Recuerdo que en cierto viaje en furgoneta por tierras italianas, para combatir el pestazo que seguro que echábamos los seis expedicionarios, sacaba un dosificador de perfume (de perfume caro, conste) y como dirían los Morancos, hacía 'cuchiflín, cuchiflín' a derecha e izquierda. Aquello se convertía
ipso facto en la planta baja de El Corte Inglés. Daría mucho, muchísimo juego.
-Paqui. Paqui es vieja, muy vieja. O eso afirma la historia. Al parecer, estuvo filtreando con Napoleón, y dicen los jerogríficos que Nefertiti le tenía celos. Bromas aparte, es en realidad una persona curiosa: su edad ronda la cuarentena, aunque parece bastante más joven. Es guapa, le encanta quedar con sus amigos para tomar copas, tapitas y demás, tiene un coche bonito, un piso nuevo, va con frecuencia a Oxford (no sé para qué,
honestly)... es casi un partidito. Pero he decidido ficharla para mi GH. Porque es de las que enganchan al telespectador. Y os garantizo que en una semana, todos recorreríamos las calles españolas utilizando la tríade capitolina de sus latiguillos: "Sí, hombreeee" / "¡Venga yaaaa! / "Noooooo!!!". Todas con deje final. Así como su amplio catálogo de frasecitas en inglés: "
You never know" (trad. cualquiera sabe), "
life is life" (trad. jódete) y demás. Quizá sea para eso para lo que va a Oxford, ahora que lo pienso...
-Jesús. Este es un amigo de Chema (jajaja) que es la cepa
freaky. Muy mariquita, pero muy muy mariquita, toma la vida como una metáfora perruna: él es un perro, el resto del personal que va a las reuniones de Colega también son perros, Colega es una perrera, sus responsables son los dueños, si van de excursión es que los llevan a pasear pa hacer sus cositas, su madre es su ama y le hace la comidita... Es, sencillamente, agotador. Lo ves en un bar y le preguntas: "Hola, ¿qué tal estás?", y te responde: "Bien, aquí olisqueando, que me han sacao a hacer mis cositas". En ocasiones me pregunto que, si la eutanasia perruna es legal, por qué coño no se la han aplicado a este tipo. Y siempre llego a la misma conclusión: porque antes tiene que ganar GH. Se llevaría fatal con to quisqui, pienso.
-La Gerarda y la Guillerma. Otros dos que mejor bailan. Gordos como soyos, y también muy mariquitas, el primero es peluquero; una especie de Barbie Bucanera (pretendidamente glamuroso, a la par que objetivamente burdo), y aunque no lo veo desde hace un par de años, es
freaky de cohones. Lo último que he sabido de él es que ha puesto carteles de peluquero a domicilio cambiándose el apellido de la madre por el del padre, pues aquél es más artístico. Y, según dice, es capaz de hacerte en la cabeza un peinado
latin diva: no sé qué es, pero a mí que ni me toque el poco pelo que me queda. Sin embargo, nada como el día que palpando la pelambrela de alguien, dijo: "Yo que tú me pondría un violín". Él se refería a un tono de color. Servidor, descojonado, pensó otra cosa... De la Guillerma, sólo puedo decir que es insustancial como un Colacao de sifón, y capaz de preguntarte diez veces en media hora: "¿Se me ve mu gordo?". Puff!
-Colón. Además de un buen amigo, es el tío más gracioso que he conocido en mi vida. Sólo un ejemplo: a sus anécdotas y a sus golpes se le han dedicado, que me conste, dos columnas periodísticas. Es un genio, y si pasas con él media hora, tienes asegurados al menos veinte minutos de carcajadas. Sería un fichaje estrella.
Bueno, bueno. Aquí están mis opciones, y creo que puedo ganar. ¿Cuáles son las tuyas?