El paso decisivo
Menudo eufemismo. Yo, que soy bastante aficionado al tenis, he elegido este título por analogía con la forma que tienen los franceses para referirse al tie-break: jeu décisif, o juego decisivo. Son esos segundos que separan el éxito del fracaso más absoluto, la victoria de la derrota. El momento en que sólo se valora el juego presente, mientras que los puntos cosechados en otros anteriores pasan a tener un valor más que relativo.
Yo estoy en esa tesitura. A veces, cuando uno tiene siete cosas entre manos, se convierte en 'su gran olvidado'. Es decir, que le prestas muuucha atención a las necesidades económicas para pagar el coche, la hipoteca o la ropa, y muy poca -menos aún- a escuchar la voz del espíritu, por llamar de alguna manera al lote formado por la conciencia+ la voluntad+ el amor+ las necesidades afectivas que todos tenemos.
Hace tiempo que me siento anclado, atrapado. Experimento sensaciones que no me gustan, nada además. He decidido que no quiero seguir así. Por tanto, voy a empezar un tratamiento psicoterapéutico. Ya he pedido la cita: sólo falta fijar día y hora, algo que haré, seguramente, esta misma tarde o mañana.
Antes, cuando era un adolescente, pensaba que eso del psicólogo era para desequilibrados que, o los trataban, o se liaban a cuchillás con to quisqui. A los veinte años, se me vino el mundo encima: no aceptaba mi homosexualidad, no me gustaba la vida que vivía, tampoco el futuro que se avecinaba en dos años, al termina la carrera... Mil cosas. Me derrumbé, y gracias a un tratamiento ante todo muy humano, aprendí a sacarle tajada a la vida.
Me ha ido genial, aunque no pude terminar aquello que empecé porque debía cumplir con la patria -eso que llamaban entonces 'servicio militar'-. Ahora, transcurridos más de ocho años desde entonces, necesito repostar. Quiero un poco más de esa introspección segura que haces delante de una persona que te guía, sin que cunda el pánico cuando te topas con lo que no quieres ver. Deseo fulminar esa debilidad que siento en los últimos meses. Pretendo, en definitiva, restaurar mis pilares psicológicos, fortalecerlos... y ser feliz valorando lo mucho que tengo.
Me asusta, sin embargo, un hecho: que cualquier psicoterapia es como una cata arqueológica. Sabes que hay algo, y su mayor o menor importancia. Pero no tienes ni idea de qué te puedes encontrar cuando los operarios empiecen a desescombrar. Y mi casa del alma amenaza ruina.
Qué carajo, por qué miedo. Si soy capaz de poner mi fuerza de voluntad al servicio de mi empresa, ¿por qué no al mío propio? Yo soy mi proyecto de vida. Debo empezar a desterrar ese miedo que me asalta, y a comprender que el verdadero pánico radica en la ausencia prolongada de amor. Afortunadamente, ese no es mi problema.
Yo estoy en esa tesitura. A veces, cuando uno tiene siete cosas entre manos, se convierte en 'su gran olvidado'. Es decir, que le prestas muuucha atención a las necesidades económicas para pagar el coche, la hipoteca o la ropa, y muy poca -menos aún- a escuchar la voz del espíritu, por llamar de alguna manera al lote formado por la conciencia+ la voluntad+ el amor+ las necesidades afectivas que todos tenemos.
Hace tiempo que me siento anclado, atrapado. Experimento sensaciones que no me gustan, nada además. He decidido que no quiero seguir así. Por tanto, voy a empezar un tratamiento psicoterapéutico. Ya he pedido la cita: sólo falta fijar día y hora, algo que haré, seguramente, esta misma tarde o mañana.
Antes, cuando era un adolescente, pensaba que eso del psicólogo era para desequilibrados que, o los trataban, o se liaban a cuchillás con to quisqui. A los veinte años, se me vino el mundo encima: no aceptaba mi homosexualidad, no me gustaba la vida que vivía, tampoco el futuro que se avecinaba en dos años, al termina la carrera... Mil cosas. Me derrumbé, y gracias a un tratamiento ante todo muy humano, aprendí a sacarle tajada a la vida.
Me ha ido genial, aunque no pude terminar aquello que empecé porque debía cumplir con la patria -eso que llamaban entonces 'servicio militar'-. Ahora, transcurridos más de ocho años desde entonces, necesito repostar. Quiero un poco más de esa introspección segura que haces delante de una persona que te guía, sin que cunda el pánico cuando te topas con lo que no quieres ver. Deseo fulminar esa debilidad que siento en los últimos meses. Pretendo, en definitiva, restaurar mis pilares psicológicos, fortalecerlos... y ser feliz valorando lo mucho que tengo.
Me asusta, sin embargo, un hecho: que cualquier psicoterapia es como una cata arqueológica. Sabes que hay algo, y su mayor o menor importancia. Pero no tienes ni idea de qué te puedes encontrar cuando los operarios empiecen a desescombrar. Y mi casa del alma amenaza ruina.
Qué carajo, por qué miedo. Si soy capaz de poner mi fuerza de voluntad al servicio de mi empresa, ¿por qué no al mío propio? Yo soy mi proyecto de vida. Debo empezar a desterrar ese miedo que me asalta, y a comprender que el verdadero pánico radica en la ausencia prolongada de amor. Afortunadamente, ese no es mi problema.
13 Comentarios:
Tienes mucho valor, y por lo que he podido leer un gran dolor... adelante no te lo pienses más, a lo mejor saldrán cosas con las que no estás preparado pero seguro que a la larga te hace un bien intenso.. no dejes pasar más tiempo, tan solo sería retrasar el momento... Si has tomado esta decisión, seguro que es la buena. Muchos ánimos, y ya sabes... no hay mejor terapia que la de desfogarse en este espacio! hasta pronto
Por Anónimo, a las 5:56 p. m.
Carlitos, ya tienes mucho ganado... ¿No te das cuenta que lo más difícil es dar el paso? Tomar la decisión ya requiere un gran valor y un gran conocimiento de uno mismo, pedir ayuda siempre es duro pero es lo más sano...
La relación con un terapeuta no siempre es un camino de rosas. Por experiencia te digo que se removerán muchos temas, todos y quizás los primeros días saldrás tan destrozado que no querrás volver ni saber nada de ellos, pero la semana siguiente volverás, y la siguiente y la siguiente.
No te conozco, pero estoy convencida de que tienes mucha fuerza, Carlitos, se te nota en lo que escribes, ya has decidido encaminarla para mejorar tu vida. Sólo es cuestión de aprender cómo hacerlo.
Y el amor siempre llega. Estamos rodeados de amor!!!
Ánimo. Te admiro muchísimo.
Por Anónimo, a las 6:02 p. m.
Si crees que necesitas ese tratamiento psicoterapéutico, adelante. Nadie mejor que tu para conocerte y saber cómo estás y qué necesitas. Y digo "nadie mejor que tu" porque das la impresión de tenerlo muy claro y saberlo perfectamente. Yo sé que también ando en el grupo que presta poca o muy poca atención a ese lote que dices, qué básicamente, es prestarse más atención a uno mismo, pero, de momento, me sé la teoría de lo que debería hacer, aunque me falta la práctica.
Sólo decirte que, tienes una incondicional que espera todo vaya bien y que estará apoyándote y dándote ánimos dentro de sus posibilidades. Un beso, Carlitos
Por Anónimo, a las 6:03 p. m.
Hello!!
Me he sentido identificada con mucho de lo que dices, sobretodo en lo de enfrentarnos a nosotros mismos, que da mucho miedo. Si te sirve de algo, yo en el psoicólogo aprendía que antes que el trabajo, la universidad, la familia, la pareja o tantas cosas que nos parecen importantisimas para vivir, antes de todo eso está uno mismo, y que todas estas cosas si no eres feliz contigo mismo no sirven de nada, es mas, se vuelven una carga. Puede ser que lo que mas miedo nos de sea enfrentarnos con nosotros mismos, pero a grandes miedos, tb grandes resultados y aunque te de miedo caer, aunke tengas que llorar y sufrir, no hay nada mas importante que poder verte a ti mismo ante una vida que como tu mismo has dicho "hay que saber sacarle tajada" Ya lo hiciste una vez, y seguro que puedes hacerlo una segunda vez. Al fin y al cabo, la vida consiste en ir abriendo y cerrando etapas, yo lo comparo con pelar una cebolla: hay muchas capas que quitar, unas se resiten más otras te hacen llorar rápidamente y otras sin esfuerzo te sorprenden y se caen solas.. Lo importante es que tengas ganas de abrir el cajón de la cocina, coger un cuchillo y hacerte a la idea que antes o despues habrás terminado de pelar esa cebolla y habrás pasado todas las dificultades. Vida, sólo tenemos una, y lo que importa es que sepas crear cuantos más momentos felices mejor, a pesar de los cardos que te puedas encontrar en el camino. Pienso que todo lo que podamos decirte ya lo sabrás tu de antemano, porque seguro que ya has pasado por esto antes, pero sólo quiero decirte ÁNIMO!! mañana seguirá saliendo el sol, pasado mañana nubes, al otro un eclipse y poco a poco habrás recorrido el camino, el camino que todos hacemos día a dia y en el ke encontramos muchas dificultades, pero tb cosas positivas. Te deseo que todo esta tristeza se te pase pronto, que sé ke pasará. Y de mientras unos cuantos comments para animar la tormenta. Un abrazo :D
Kiss!!
Por The UNLIMITED EDITION, a las 7:43 p. m.
¡Ánimo! Hay que cuidarse uno mismo, sobretodo por dentro. Y más que nunca en esta era de la estética. No pierdas más el tiempo y a por ello, sin miedo.
Besos,
Por Xan, a las 9:49 p. m.
"El verdadero pánico radica en la ausencia prolongada de amor". Si yo fuera homosexual ya estaría en Sevilla, buscándote, pidiéndote matrimonio antes de que algún facha lo prohiba otra vez. Y aún no siéndolo, ganas me dan de ir al menos a conocerte.
No tengas miedo de nada, te lo dice alguien que ha estado dos veces ingresado en un psiquiátrico. Estoy seguro de que has tenido que demostrar muchas veces a lo largo de tu vida que eres una persona valiente, y esto no va a poder contigo. Creeme si te digo que puedes ir tranquilo al psicólogo o a donde te plazca. Con esa tranquilidad que te proporciona el saber que la única locura que estás cometiendo es intentar ser feliz.
Creo que sé como eres, porque sé como soy. Espero que encuentres respuestas a las preguntas que me imagino que te haces a todas horas.
Un abrazo muy fuerte.
Por Darko, a las 1:20 a. m.
Bien... el psicólogo. Yo creo que en el fondo todos sabemos lo que nos pasa y cómo se soluciona sin que nadie nos lo diga, aunque no queramos aceptarlo. De todas maneras supongo que lo del psicólogo debe ir bien. Espero, por lo menos, que te vaya mejor que a Woody Allen.
Por Unknown, a las 1:23 a. m.
De pequeños todos tenemos muchos miedos, la oscuridad por ejemplo, necesitamos que nos acompañen antes de ser capaces de afrontarlos en solitario. Tu terapeuta te acompañará, pero aquí también estamos muchos dispuestos a seguir caminando contigo. Si tu quieres y nos dejas. Un beso y adelante.
Por Anónimo, a las 4:51 p. m.
Amigos: a todos, de corazón, muchísimas gracias. Por vuestro apoyo, por estar ahí, y por hacerme sentir el calor humano a través de un puñado de letras: que son, ante todo, un montón de buenos deseos. Los mismos que os dedico a todos y cada uno de vosotros.
De nuevo, gracias.
Carlitos
Por Carlitos Sublime, a las 4:09 p. m.
Creo que es una buena opción, cuando el alma está gripada acudir a un psicoanalista, pero pienso que el problema puede radicar,en comerse el tarro intentando controlar que todo salga como uno quiere; y a veces eso no puede ser. O no adaptamos o mal asunto, a veces podemos coger por la tangente y otras te tienes que aguantar y seguir para delante
Es curioso, creemos que lo tenemos todo,pero no tenemos nada. Como bien dices nuestro interior es muy importante, pero hoy,para trabajarlo, casi no tienes tiempo.Vivimos en una sociedad de consumo y eso por desgracia es lo que cuenta. Solo el egoismo el yo, yo yo........ y pisar al de al lado. Por supuesto no olvidemos ese miedo, que nos rodea al ser humano que nos hace bloquearnos y actuar contra nuestro projimo y como te descuides contra ti mismo. Hay mucho miedo a comunicar al de al lado tus sentimientos o más bien desconfianza. Y esto es un problema que se acentua cada vez más en nuestra sociedad
Te animo a que trabajes tu interior seguró que con el tiempo te sentirás mejor.
Por Anónimo, a las 12:02 a. m.
Como estudiante de psicologia apoyo la moción.. :D En serio, suerte..
Por Anónimo, a las 12:58 a. m.
Mira carlitos, te lo digo yo, que tengo que oir a mi madre día si, día también reprochándome mi estilo de vida, NADA vale tu felicidad, nada. a veces, nos engañamos, creyendo que depende del trabajo, del dinero, de ciertas satisfacciones materiales que enrealidad esconden una desazón interior. Cuando veas lo que te gusrta ycompartas la vida conmás gente como tú, no te importará absolutamehtenada el resto. ¿quién te ha dicho que tu vida tenga que estar siempre en la misma empresa? a veces, tener poca es una fortuna para poder abandonar antes... Muchos, muchos besos. Y una cosa, conociendo Sevilla, menos mal que hay gente como tú.
Por cafoscarina, a las 1:28 p. m.
Ya me pareció un paso muy importante el que pegaste el día de nuestra cervecita. Me encantó que la afortunada para ese momento fuera yo, mil gracias. Y aún aplaudo más el hacerlo público en tu blog.
No tengo ninguna duda de lo capaz que eres de superar esto. No estás solo y sabes que puedes contar con mucha gente.
Cuando te sientas mal mira a tu espalda que estaré para dar el empujón que te falte.
Mil besos, te quiero mucho.
Ro.
Por Anónimo, a las 8:14 p. m.
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