Mi inminente cumpleaños
Ya sólo faltan seis jornadas para el gran día: el próximo lunes, 24 de octubre, me caen de golpe 32 castañas. Yo, que creí que siempre tendría quince años, y que iría al Bunda, al Koala o al Sabana toda la vida, he tenido que sustituir los vaqueros por el pantaloncito de pinzas, y las camisetas por camisas pijas y alguna que otra corbata.
Ay que ver, cómo pasa el tiempo... Desde mi punto de vista, la combinación más maléfica consiste en añadir toques de melancolía con algunas dosis de buena memoria. Es entonces cuando revives, como si estuvieran ocurriendo en ese mismo instante, cientos de momentos repletos de diversión, de buena compañía y ausentes de responsabilidad.
No lo puedo evitar: conforme llega la fecha de mi cumpleaños, empiezo a recordar episodios del instituto, sin duda la etapa más feliz de mi vida. Se me vienen a la cabeza aquellas salidas nocturnas con José Enrique, Manolo o Elena por el Free Way, una discoteca oscura, maloliente y atiborrada de cafres donde sonaban en aquellos tiempos los grandes éxitos de Modern Talking y Rick Astley. ¿Y todas esas fiestas en institutos como el Antonio Machado o los Salesianos? Eran todo un clásico...
También nuestra participación en Aventura 92, un concurso que tuvo lugar en diciembre de 1987 (puff, puff!!) y donde sólo obtuvimos tres aciertos: uno de ellos mío, que era el nombre del presidente de Paraguay (Ströesner, o algo así). Pero qué bien lo pasamos, eh gordito??
Y cómo olvidar aquellas cervecitas en el Koala, un punto de encuentro nocturno donde los más amigos exponíamos nuestras ganas de arreglar el mundo en torno a una mesa altísima y sobre unos cuantos taburetes. O la excursión a Madrid, para ver la exposición de Velázquez en El Prado (no he pasado más frío en mi vida). O el viaje de fin de bachillerato a la Costa Brava, donde Elena -que bailó sevillanas en el pasillo del autobús, jeje- me arropó con un jersey porque me había quedado dormido y, al parecer, tiritaba un poco (Elena... ¿qué habrá sido de ella?).
En fin, no se trata de parecer un viejo contando batallitas de la mili. Simplemente quería compartir con vosotros algunos de esos momentos que nunca podré ni querré olvidar, y donde mis amigos, que son también mi familia, han estado siempre muy presentes. Espero que esto siga siendo así, por tanto os espero a todos, A TODOS, el próximo domingo pa decirle adiós a los treinta y uno. Así que no faltéis, eh? Paso lista.
Ay que ver, cómo pasa el tiempo... Desde mi punto de vista, la combinación más maléfica consiste en añadir toques de melancolía con algunas dosis de buena memoria. Es entonces cuando revives, como si estuvieran ocurriendo en ese mismo instante, cientos de momentos repletos de diversión, de buena compañía y ausentes de responsabilidad.
No lo puedo evitar: conforme llega la fecha de mi cumpleaños, empiezo a recordar episodios del instituto, sin duda la etapa más feliz de mi vida. Se me vienen a la cabeza aquellas salidas nocturnas con José Enrique, Manolo o Elena por el Free Way, una discoteca oscura, maloliente y atiborrada de cafres donde sonaban en aquellos tiempos los grandes éxitos de Modern Talking y Rick Astley. ¿Y todas esas fiestas en institutos como el Antonio Machado o los Salesianos? Eran todo un clásico...
También nuestra participación en Aventura 92, un concurso que tuvo lugar en diciembre de 1987 (puff, puff!!) y donde sólo obtuvimos tres aciertos: uno de ellos mío, que era el nombre del presidente de Paraguay (Ströesner, o algo así). Pero qué bien lo pasamos, eh gordito??
Y cómo olvidar aquellas cervecitas en el Koala, un punto de encuentro nocturno donde los más amigos exponíamos nuestras ganas de arreglar el mundo en torno a una mesa altísima y sobre unos cuantos taburetes. O la excursión a Madrid, para ver la exposición de Velázquez en El Prado (no he pasado más frío en mi vida). O el viaje de fin de bachillerato a la Costa Brava, donde Elena -que bailó sevillanas en el pasillo del autobús, jeje- me arropó con un jersey porque me había quedado dormido y, al parecer, tiritaba un poco (Elena... ¿qué habrá sido de ella?).
En fin, no se trata de parecer un viejo contando batallitas de la mili. Simplemente quería compartir con vosotros algunos de esos momentos que nunca podré ni querré olvidar, y donde mis amigos, que son también mi familia, han estado siempre muy presentes. Espero que esto siga siendo así, por tanto os espero a todos, A TODOS, el próximo domingo pa decirle adiós a los treinta y uno. Así que no faltéis, eh? Paso lista.
12 Comentarios:
Qué suerte tienen tus amigos de serlo, que suerte tienen de poder acudir a tu fiesta.
Ha sido un post muy bonito.
Te felicito ya por adelantado por si no me acuerdo...
32.......bah, estás hecho un crío!
Sigue disfrutando de tu juventud.
Un abrazo.
Por Darko, a las 6:19 p. m.
Felicidades adelantadas! El 21 volveré a felicitarte y espero que lo pases bien y disfrutes. 32 son pocos. La etapa de los 30 es muy bonita y uno va mejorando en muchos, muchos sentidos. En cuanto a los vaqueros, ¿no sabes que son plena moda? no hace falta que los sustituyas, los tienes que combinar e intercalar en tu "vestuario más pijo". Es bonito recordar pero no quedarse en el pasado. Un fuerte abrazo y disfruta tus 32. Besos.
Por Anónimo, a las 10:53 p. m.
Una de las cosas buenas del paso de los años es que uno acumula vivencias, que es lo que somos en realidad y lo que nos llevamos. Y los que tienen memoria de elefante como tú no digamos ya... ;-) Pero con 32 añitos de nada (de nada, insisto) aún queda muchísimo por delante. Como dice María, es bonito recordar, pero no hay que pasar demasiado tiempo quitando el polvo a las piezas de anticuario de la memoria; te impedirán disfrutar del arte moderno. Vamos, que prefiero una anciana vestida con vaqueros rosas, no sé si me explico...
Muchos besos, bicho.
Por Anónimo, a las 1:16 a. m.
Son sólo 32... Los míos son maravillosos, porque son vividos. Recuerda que hay gente que pìensa que YA tiene 32... Con todo lo que queda por delante, Dios!! tanta vida!, tantas emociones. Apenas hemos empezado a saber de que va... Y es maravilloso.
MUAK
Por cafoscarina, a las 12:05 p. m.
Oye, oye...
En primer lugar muchas gracias por tu comentario, vas a hacer que me lo crea....
y a lo que importa....se admiten socios... ¿para qué? ¿para comprar la casa rural?
Ya me puedes ir diciendo a cuanto asciende la aportación inicial, tú elige el sitio, me importa una mierda donde esté esa jodida casa, que me voy de aquí cagando leches.
Te cedo si quieres hasta los derechos de autor de mis escritos.
Take me out!!!!!!!!!!!
Por Darko, a las 3:43 p. m.
Jajajaja, qué cabrón, del armario dice, jajaja.
Oye, pues a ver si es que toda mi tristeza viene de ahí... a ver si soy homosexual y estoy reprimido, y no me acepto....
joder.... jajaja.
Por Darko, a las 4:45 p. m.
felicitaciones por anticipado!!!!!!! ... y te entiendo perfectamente ... cuando pasas esa barrera de los 30 no puedes evitar las referencias y recuerdos juveniles ... la nostalgia es la eterna compañera de los taintañeros ... ainsssssssss :)
Por Anónimo, a las 4:51 p. m.
Bueno, el 24 volveré a felicitarte, que he dicho el 21. Besos
Por Anónimo, a las 12:40 p. m.
Vaya felicidades!! Yo tambien renuncio a ser adulta! como Michael Jackson pero en sano.. Quiero continuar llendo a McDonalts y pensar que es un restaurante de cinco estrellas, quiero pensar que una golosina puede curar cualquier mal, quiero bañarme en los charcos de barrro sin preocuparme por mi ropa o por mi aspecto.. ayy...
Por Anónimo, a las 3:13 p. m.
Oooooooh, me lo perderé , faltaré en la lista, seguro, que los domingos es casi imposible que pueda conectarme a internet (control del carcelero) :(, así que te felicitaré el lunes que da mala suerte hacerlo antes (o eso dicen).
32 años... toda la vida por delante con la experiencia de todo lo que tienes atrás... jejej es imposible dejar de entrar en momentos melancólicos, a mí me pasó al cumplir los 29. Estoy temiendo los 30!!! jejeje
Vaya 32 tan bien llevados no? ;)
besinesssss
Por Anónimo, a las 3:18 p. m.
Ya te felicitaré mañana que yo también soy supersticioso. Disfruta viejito mientras todavía tienes vivencias que algún día se transformaran en recuerdos.
Por Anónimo, a las 8:05 p. m.
No te preoucupes, te quedan todavía mínimo 100 años más que cumplir, así que vas a tener que ir buscando un buen disco duro para recordar 132 años, felicidades, y probablemente el que te escibe esté el domingo en tu cumple.
Por Anónimo, a las 9:11 a. m.
Publicar un comentario
<< Inicio