Dos años blogueando

Pues sí señor. Parece mentira, pero lo que empezó como un experimento sin visos de continuidad, se ha convertido en una de mis aficiones favoritas. ¿He dicho aficiones? Bueno, el blog es mucho más: una vía de escape, una manera de canalizar mis impulsos cronísticos y pseudoliterarios, una forma de aprender, un medio para conocer a gente estupenda, e incluso un instrumento para hacer amigos.
Hace pocos días, las obras completas de Carlitos Sublime cumplieron dos años, jejeje. Parece que fue ayer... Y, aprovechando mi ciberaniversario, quiero dar las gracias de un modo especial a mi niño, a Chema, que desde el principio me ha apoyado para que no decaiga mi empeño de mantener más o menos actualizados los contenidos de Mol, life and so on.
Permitidme que comparta esta tarta con todos vosotros. Porque si sigo aquí, en cierto modo es también por seguir sintiendo el calor que desprendéis.
Soplo esas dos velas, y pido un deseo. Lo haré en voz alta, no me importa: que vuelva Amaranta, a la que echo mucho de menos ;-) Ojalá se cumpla...
Gracias, María, Mint, Kurdo, Sonybabe, Craso, Enis, Vulcano, Antinoo, David, Iago, Quijote, Shiquillo, Jan, Xan, Medea, Prometeo, Bohemio, Chocoadicta, Amaranta, Diego del Mar, Dik, Ekiots, Mugalari, Salva, Pijomad, Mary, Gayhetera, Javier Sánchez, Cristina y a todos los que, de vez en cuando, os dejáis caer por esta casa. Que es casi más vuestra que mía. Y donde espero seguir recibiéndoos durante muchos, muchos años.
Pues nada: que no decaiga, y... ¡¡va por ustedes!!