Excelentísima Señora:
Vaya por delante que mi condición de republicano confeso no debe mitigar ni un ápice el respeto que siento por vos; sin embargo, alteza, permítame que las leyes de la lógica se antepongan a los arquetipos sociales y protocolarios para evitar que un bebé como usted reciba el tratamiento de 'Doña'. Al menos de mi parte.
¿Sabe? Mucho antes de que su papá y su mamá se conocieran, yo estudié periodismo. Sí, igual que la Princesa de Asturias, osea su mamá, es decir, Letizia. O como le dicen ahora, Doña Letizia. Entonces, nos enseñaron que sólo se anteponía el tratamiento 'Don/Doña' para los Reyes de España, y según qué medio. La cuestión es que la prensa de éste nuestro país ha levantado la veda y ya le dice Don hasta al gato regio: que si Doña Elena, que si Don Jaime, que si Don Iñaki y, ahora, inclusive Doña Leonor. Carca que se está volviendo esto por momentos.
Hombre, no es cuestión de decir, como afirma mi suegra, que este es una mierda de mundo. Pero coincidirá conmigo en que abunda bastante la hipocresía. Porque esos mismos fachorrillos que se dan golpes en su pecho monárquico, van diciendo por ahí que su tía mayor es tonta y/o retrasada, que su marido (el de su tía, claro) un mujeriego, y que en su familia abunda la mala vida. Que lo diga yo, que tengo el corazón tricolor... pero ellos... no sé, no sé.
En cualquier caso, ¿usted qué piensa de todo esto? ¿Qué le parece la monarquía? En pocas líneas consiste, por si no lo sabe, en que un bebé como usted ya tiene su futuro trazado: será reina de España. La historia lo ha decidido por vos. Y olvide eso de abdicar: si lo hace, será el cachondeo de todo el país. Le dirán tonta, "mira la tía gilipollas, que deja esa buena vida", y cosas así. Sea reina, infanta o princesa, o nada de lo anterior, usted ya tiene las habichuelas garantizadas. Eso se lo certifico yo.
Aunque lo verdaderamente malo de la monarquía no es que parezca intrínsecamente injusta y que rompa el principio de igualdad entre todos los ciudadanos -esto, para muchos, es matizable-. Lo malo es la gente que les rodea, babeando sus manos y pidiendo devorar los despojos que usted/ustedes arroje/n. Condes, duques, marqueses, Alfonso Ussía, Peñafiel, La (sin)Razón y toda esa patulea que presume de defender un sistema desfasado como éste.
No soy republicano porque me encanten los presidentes del Gobierno, o porque considere que la historia de mi país señala con el dedo a tal o cual político: lo soy porque me parece un sistema democrático. Si el pueblo así lo vota, yo podría ser jefe de Estado en Francia. En España, tendría que llamarme Carlitos Sublime de Borbón y, a partir de ahí, empezaríamos a hablar. Injusto, ¿no?
Y por cierto: ¡qué asco de prensa derechona la que tenemos aquí! ¿Se imagina que en Francia o en Alemania, o en estados monárquicos como Suecia o Gran Bretaña, hubiesen montado semejante pifostio ante el nacimiento de la heredera, osea usted? Porque claro, entiendo a la prensa rosa, y a quienes hagan informaciones o análisis serios sobre su venida al mundo, que indudablemente es un acontecimiento.
Pero tanto como apodarla Jefa de los Ejércitos, Leonor I de España, afirmar que estudiará en los mismos centros donde lo hizo su padre... ¡¡pero si usted es sólo un bebé de diez días!! Si lo único que vuestra alteza querrá es dormir, comer o sonreir cuando vea a mamá con el bibi en la mano... e incluso jugar con otros niños que, previamente, hayan recibido el nihil obstat de la Casa Real, claro.
En este sentido, querría informarle de que yo, igual que la infanta Elena (perdón, Doña Elena), he sido tito. Sí. Tito 'político'. El domingo pasado vino al mundo una preciosa niña llamada Lucía. Es pequeñita -así como usted, imagino-, morena, con mucho pelo y unos ojillos negros que miran a su alrededor como diciendo: "¡qué grande es todo esto!". En otras circunstancias, me gustaría decirle que podría ser una buena amiga suya, aunque la profesión de su padre (agricultor) y de su madre (costurera) casi imposibilita un conocimiento mutuo. Además, ella le tutearía, y le daría manotacillos si coge sus muñecas sin permiso: porque esas cosas, que no pasan entre princesas, sí ocurren con el resto de niños pequeños.
Ay, alteza. Cuántas verdades le van a ocultar... Créame que no le envidio...
Me despido, no sin antes desearle que crezca con salud, con toda la del mundo, y que sea tan feliz como las circunstancias se lo permitan. Transmita a sus papás mis más sinceras felicitaciones, pues traer un niño al mundo debe de ser la experiencia más grande que viva un ser humano. Ellos, por eso, sí que me dan envidia. Por lo demás, me despiertan un poco de coraje.
Un cordial saludo -sin cabeza inclinada, entiéndalo-. Y créame si le digo que estaré al tanto de su evolución física y humana, aunque no quiera hacerlo. Son las cosas que tiene este sistema donde o eres mentecato o tirano. Pero eso ya se lo contaré otro día.
¿Sabe? Mucho antes de que su papá y su mamá se conocieran, yo estudié periodismo. Sí, igual que la Princesa de Asturias, osea su mamá, es decir, Letizia. O como le dicen ahora, Doña Letizia. Entonces, nos enseñaron que sólo se anteponía el tratamiento 'Don/Doña' para los Reyes de España, y según qué medio. La cuestión es que la prensa de éste nuestro país ha levantado la veda y ya le dice Don hasta al gato regio: que si Doña Elena, que si Don Jaime, que si Don Iñaki y, ahora, inclusive Doña Leonor. Carca que se está volviendo esto por momentos.
Hombre, no es cuestión de decir, como afirma mi suegra, que este es una mierda de mundo. Pero coincidirá conmigo en que abunda bastante la hipocresía. Porque esos mismos fachorrillos que se dan golpes en su pecho monárquico, van diciendo por ahí que su tía mayor es tonta y/o retrasada, que su marido (el de su tía, claro) un mujeriego, y que en su familia abunda la mala vida. Que lo diga yo, que tengo el corazón tricolor... pero ellos... no sé, no sé.
En cualquier caso, ¿usted qué piensa de todo esto? ¿Qué le parece la monarquía? En pocas líneas consiste, por si no lo sabe, en que un bebé como usted ya tiene su futuro trazado: será reina de España. La historia lo ha decidido por vos. Y olvide eso de abdicar: si lo hace, será el cachondeo de todo el país. Le dirán tonta, "mira la tía gilipollas, que deja esa buena vida", y cosas así. Sea reina, infanta o princesa, o nada de lo anterior, usted ya tiene las habichuelas garantizadas. Eso se lo certifico yo.
Aunque lo verdaderamente malo de la monarquía no es que parezca intrínsecamente injusta y que rompa el principio de igualdad entre todos los ciudadanos -esto, para muchos, es matizable-. Lo malo es la gente que les rodea, babeando sus manos y pidiendo devorar los despojos que usted/ustedes arroje/n. Condes, duques, marqueses, Alfonso Ussía, Peñafiel, La (sin)Razón y toda esa patulea que presume de defender un sistema desfasado como éste.
No soy republicano porque me encanten los presidentes del Gobierno, o porque considere que la historia de mi país señala con el dedo a tal o cual político: lo soy porque me parece un sistema democrático. Si el pueblo así lo vota, yo podría ser jefe de Estado en Francia. En España, tendría que llamarme Carlitos Sublime de Borbón y, a partir de ahí, empezaríamos a hablar. Injusto, ¿no?
Y por cierto: ¡qué asco de prensa derechona la que tenemos aquí! ¿Se imagina que en Francia o en Alemania, o en estados monárquicos como Suecia o Gran Bretaña, hubiesen montado semejante pifostio ante el nacimiento de la heredera, osea usted? Porque claro, entiendo a la prensa rosa, y a quienes hagan informaciones o análisis serios sobre su venida al mundo, que indudablemente es un acontecimiento.
Pero tanto como apodarla Jefa de los Ejércitos, Leonor I de España, afirmar que estudiará en los mismos centros donde lo hizo su padre... ¡¡pero si usted es sólo un bebé de diez días!! Si lo único que vuestra alteza querrá es dormir, comer o sonreir cuando vea a mamá con el bibi en la mano... e incluso jugar con otros niños que, previamente, hayan recibido el nihil obstat de la Casa Real, claro.
En este sentido, querría informarle de que yo, igual que la infanta Elena (perdón, Doña Elena), he sido tito. Sí. Tito 'político'. El domingo pasado vino al mundo una preciosa niña llamada Lucía. Es pequeñita -así como usted, imagino-, morena, con mucho pelo y unos ojillos negros que miran a su alrededor como diciendo: "¡qué grande es todo esto!". En otras circunstancias, me gustaría decirle que podría ser una buena amiga suya, aunque la profesión de su padre (agricultor) y de su madre (costurera) casi imposibilita un conocimiento mutuo. Además, ella le tutearía, y le daría manotacillos si coge sus muñecas sin permiso: porque esas cosas, que no pasan entre princesas, sí ocurren con el resto de niños pequeños.
Ay, alteza. Cuántas verdades le van a ocultar... Créame que no le envidio...
Me despido, no sin antes desearle que crezca con salud, con toda la del mundo, y que sea tan feliz como las circunstancias se lo permitan. Transmita a sus papás mis más sinceras felicitaciones, pues traer un niño al mundo debe de ser la experiencia más grande que viva un ser humano. Ellos, por eso, sí que me dan envidia. Por lo demás, me despiertan un poco de coraje.
Un cordial saludo -sin cabeza inclinada, entiéndalo-. Y créame si le digo que estaré al tanto de su evolución física y humana, aunque no quiera hacerlo. Son las cosas que tiene este sistema donde o eres mentecato o tirano. Pero eso ya se lo contaré otro día.
10 Comentarios:
Hola, hola hola! Me gusta mucho tu post. Muy bueno. ¡Enhorabuena tito Carlitos! Tu sobrina tiene que ser muy bonita. Un beso muy grande para ti y para ella.
Por Anónimo, a las 4:47 p. m.
Pues sí señor, estoy totalmente de acuerdo. Tampoco me gusta la monarquía y, por supuesto, Lucía me parece mil veces más guapa que la doña. Claro que yo soy su otro tito, jeje. Fíjate que le veo un cierto parecido contigo y todo...
Un beso enorme, mol.
Por Anónimo, a las 4:52 p. m.
Felicidades a ti también Chema (el otro tito) y el de la "sonrisa ideal" (me encantó). Y también por los tres años y por toda esa felicidad. Besos
Por Anónimo, a las 5:59 p. m.
Felicidades para chema y para ti,por el nacimiento de esa nueva sobrina y explendido este ultimo post. Por cierto en vez de dicutir por el dichoso estatuto, podriamos debatir los republicanos y a quien le apetezca, por el destrono de la monarquía española, en cuanto a su realeza, que ya está bien de tirarse al palo, que con el nacimiento, de esta niña o Doña como se llame, ya tiene asignado u presupuesto, que tenemos que pagar todos los españolitos de a pie; porque claro el abuelo y el padre poco se van a tirar del bolsillo. Menuda pandilla de ineptos.
Besos y saludos.
Por Anónimo, a las 10:49 p. m.
Estoy de acuerdo en todo, con el anónimo, felicidades por ser titos,
y abajo con la monarquía, que ya esta bien la cosa, de tanto cachondeo, que trabajen 14 horas diarias es lo que tienen que hacer para que sepan lo que vale un peine. Un pedo pa doña y familia.
Saludos.
Por Anónimo, a las 10:54 p. m.
Sin lugar a dudas me alegro mucho más del nacimiento de la sobrina de ustedes. Hagan el favor de darle besos de mi parte.
Respecto a la monarquía (cuestión de fondo en todo el post) una de las cosas que más me avergüenzan es contemplar cómo los medios de comunicación siguen siendo tan babosos como siempre. La censura sigue existiendo (¡y de qué manera!). Seguro que somos muchos los españoles y españolas con el corazón tricolor, pero a ninguno nos han preguntado que nos ha parecido el nacimiento de Leonor... ¡Hala! ¡Todo el mundo contento! ¡Queremos una reina!. En serio, no acabo de asimilar que sigan metiendo la tijera con total descaro para no emitir las más que probables intervenciones de ciudadanos anónimos que, al ser preguntados en medio de la calle, habrán criticado un sistema político obsoleto y que (a nadie se le olvide) nos dejó en herencia el señor bajito de El Ferrol... Bueno, cambiemos señor por hijoputa ¿vale?.
Me despido, no sin antes mostrar mi alegría por el retorno de los posts y mi simpatía por ese nombre que ha aparecido en el texto que has escrito: Carlitos Sublime de Borbón.
Por Anónimo, a las 11:17 p. m.
Mi querido hermano... Gracias por este post, ya te dije en una ocasión que nos parecemos tanto que escribes sobre todo aquello que a mí me gustaría, lo que ocurre es que mi actual estado de melancolía-romanticismo-desesperación-desengaño-desilusión-tristeza-ilusión-decepción me lleva por otros derroteros y no hago más que escribir lamentos de enfermo mental.
Bueno, en primer lugar, quiero decir que aquí la unica doña que hay es Doña Lucía. Y es que esta niña se merece que le otorguen este tratamiento en deferencia al esfuerzo que sus padres tendrán que hacer para sacarla adelante en esta puta mierda de mundo de gentuza sin solución. Tiene muchísimo mérito traer un niño a este mundo siendo unos humildes trabajadores.
No tiene ningún merito traer al mundo a futura reina, cuando tú eres el príncipe y tu papá, el rey.
Estoy hasta los cojones de que en este país haya gente que sea capaz de pasar horas esperando a las puertas de una clínica para poner de manifiesto ante toda españa que se consideran inferiores y se sienten orgullosos de ello.
Estoy hasta los cojones de que en las paredes de los despachos de todos los franquistas de este país cuelgue una foto del rey de España. ¿Alguien me puede explicar qué sentido tiene esto?
Estoy hasta los cojones de la prensa de este país.
Estoy hasta los cojones de la iglesia.
Estoy hasta los cojones de que nadie se de cuenta de que es injusto, inmoral y despreciable que haya personas con más derechos que otras sólo por el hecho de haber nacido en uno u otro país, de uno u otro color, de una u otra condición sexual, de uno u otro sexo... en definitiva, de uno u otro coño!!!
Estoy hasta los cojones de que la gente se someta, de que no levante el puño, de que no se rebele.
Estoy hasta los cojones de que sólo se hable del estatuto catalán y de una niña que acaba de nacer cuando son seguramente dos de las cuestiones de menor trascendencia para la gran mayoría de los españoles.
Estoy hasta los cojones de los que a estas alturas, sólo piensan en empobrecerse culturalmente, en aislarse, en encerrarse, en crear división.
Estoy hasta los cojones de aquellos que reparten carnets de buen y mal español.
Estoy hasta los cojones de los fascistas, que desde las ondas, se esfuerzan diariamente por crear un estado de alarmismo permanente con la intención de que algún loco vuelva a entrar en el congreso de los diputados armado con una pistola, pegando tiros y gritando: "¡se sienten, coño!
Estoy hasta los cojones de que la ilusión, la alegría, la esperanza y las ganas de vivir me duren 5 días.
Carlitos, lo siento por haber utilizado tu blog para desahogarme. Por cierto, es verdad que me gustaría conocerte, a ver si me mandas un mail... please...
Un abrazo.
Por Darko, a las 12:06 p. m.
Pues sí , es cierto ,hoy hace 17 tristes años , que se nos fue un buen compañero del antiguo instituo ,Antonio Machado hoy hogar de gente sin techo en su espacio físico claro está; ya que, por aquella fechas se fraguaba el principio de un nuevo Instituto de nombre Macarena, que aún sigue en pie ,aunque esta vez con una generación llena de pastilleros pero bueno la vida sigue, como se me va a olvidar a mi ese día,imposible, estabamos en clase de Inglés y de repente se paro el tiempo, algo pasaba y carmen nuestra profesora tras salir volvía a entrar y no recuerdo bien si estabamos en un control o algo similar, cuando dijo," amigos la clase ha finalizado por hoy, un compañero vuestro ,ha fallecido en la clase de gimnasia."
Para todos ,fue un jarro de agua fría era algo insolito, que la guadaña a tan temprana edad se atreviera a pasar por allí, pero está claro, la muerte no tiene edad
No sabiamos que hacer, si rezar o ir al hospital todo eran lagrimas y caras tristes un ir y devenir de gente. Todavía había una minima esperanza, pero lo peor se apresuraba por las inmediaciones del instituto. Compañeros que habían llevado en volandas a nuestro amigo, volvían derrotados con lagrimas en los ojos, diciendo "ha muerto".
Para mi fue uno de los acontecimientos más tristes de mi vida, que siempre llevaré marcado en mi corazón, pero gracias Carlitos ,por recordar en este blog a nuestro compañero, que yo no conocí en persona, pero si escuche hablar de él y me consta que fue una buena persona.
Solo puedo rezar por él y hacer esta breve vivencia que recuerdo de hace 17 años que ya han pasado, y parece mentira que fue ayer.
saludos.
Por Anónimo, a las 8:12 p. m.
Sin duda, sí, se parece a vosotros. Feliciades :-)
Por Prometeo, a las 7:22 p. m.
Muy bueno carlitos, muy bueno. Hace muchos años mi abuelo me dijo, "la patria no es España, la patria no es Cataluña, la patria es la República", me costo años entenderlo pero al final lo conseguí. Un beso tricolor y muchas felicidades a Lucía, que no sabe todavía la suerte que la va a suponer tener un tito tan genial.
Por Anónimo, a las 8:16 p. m.
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