Los ojos del corazón
Homenaje, sencillo y bobalicón, a un libro que me ha marcado
Aquella fría mañana decidí que iría al trabajo en autobús. Sentado en la parada, sonnoliento y con los ojos llenos de lágrimas por mor del frío, pensé que no tendría fuerzas para aguantar otro día las insolencias de un jefe inepto. Leía, con más rutina que convencimiento. Entonces, se me acercó un niño de ocho o nueve años:
-¡Hola!
-Hola.
-¿Qué haces?
-Leer. ¿Te gusta leer?
-No sé.
-¿No sabes leer?
-Sí, sí que sé. Digo que no sé si me gusta hacerlo, porque no tengo libros. En mi planeta no hay sitio para almacenarlos. Es muy pequeño.
-Ah… en tu planeta.
-Sí, está allí –dijo, muy convencido, señalando al horizonte con un dedito menudo-.
-Puede que seas un extraterrestre, pero a mí me suena tu cara –respondí con una sonrisa paternofilial-.
-A mucha gente le suena. Mi vida ha inspirado a muchos.
-¿Tu vida? Pero si eres un chiquillo, sin experiencia, sin maldades, sin vivencias extraordinarias… sólo un niño. ¿Cuántos años tienes?
-Acabo de cumplir… sesenta –aseguró, extendiendo los brazos al frente y mostrando seis de sus dedos-.
Una lágrima fue mi única respuesta.
-¿A qué ya sabes quién soy?
-Por supuesto –balbuceé-. ¿Y por qué yo? ¿Por qué has venido a verme a mí?
-Porque te has hecho un hombre.
-¿Qué hay de malo en ello?
-Pues… que ya no te gusta jugar, que pasas demasiado tiempo en la oficina, que vistes con ropa muy seria, que…
-¡Vale, vale! No sigas…
Hubo un rato de silencio. Me agobié. Me agobié mucho.
-¿Tienes zorro?
-No. Sólo un perro pequeño. Se llama Horacio.
-¿Está domesticado?
-Creo que sí. Aunque no me recuerda cuando ve campos de trigo dorados –dije, esbozando una sonrisa y pasándome la mano por la cabeza-.
-¿Y tienes una rosa?
-Sí, también. Una a la que riego todos los días desde hace más de tres años. Es lo mejor de mi planeta.
Por un momento se abstrajo. Empezó a tocar mi libro con movimientos mecánicos, repetitivos, manteniendo la mirada baja y la vista perdida. Volvió a la carga:
-¿Tú ves bien con el corazón?
-Lo intento, pero me cuesta. A veces, pienso que sirve de poco.
-Tienes que hacerlo. Sólo así no crecerán los baobabs en el jardín de tu vida.
-Ya han empezado a echar raíces.
-Pues córtalas.
-¿Cómo?
-Te diré el antídoto: son cinco pasos, uno detrás de otro, aunque los puedes dar en el orden que quieras. Es como una cucharada de jarabe para la tos.
-¿Y cuáles son?
-El olor a hierba fresca, un achuchón a Horacio, la compañía de tu rosa, la carita de tu madre y el abrazo de un amigo.
Cerré los ojos, sujetando la manita de este regio infante, y pensé en esos cinco intervalos, todos ellos igual de mágicos, todos necesarios. Se me iluminó la cara, empecé a sonreír y mi pequeño amigo descubrió que había aprendido bien la lección. Que existen muchos motivos para afrontar la vida con alegría, con esperanza. Y que, pese a las corazas que nos imponen, sigo siendo feliz. Un hombre feliz, un niño feliz.
-Adiós, Carlos.
-Hasta siempre, Principito.
-Y recuerda: lo esencial es invisible a los ojos.
9 Comentarios:
Bonito homenaje, me ha encantado leerlo. Quisiera darte las gracias por haberme llegado una vez más al corazón. Y por recordarme tú también lo que es realmente importante.
El Principito siempre será uno de los libros de mi vida y aunque sea incapaz de contener las lágrimas cada vez que lo lea, me parece una de los mejores regalos que la literatura nos ha podido ofrecer...
Muchos besos, Padre. Y cuida y mima mucho mucho al niño que llevas dentro.
Por Anónimo, a las 2:07 p. m.
Muy bonito, Carlitos! Es uno de mis libros favoritos que guardo con mucho cariño porque además tengo una edición especial que hizo círculo de lectores con dibujos del mismo autor. Un bonito homenaje. Besos y mucho ánimo.
Por Anónimo, a las 8:25 p. m.
Carlos ¡Que bonito! el otro día, estuve con mi Princesa en el Teatro LOPE DE VEGA, viendo dicha obra, representada por un grupo de enfermos mentales del Hospital Psiquiátrico Penitenciario llamado
Estrellas del Silencio y la verdad es que me hizo reflexionar sobre muchas cosas, en especial sobre el concepto de lo que es amistad.
Besos.
Por Anónimo, a las 10:44 p. m.
Mmm..no termino de pillarle el punto a este libro, me gustaría entender su significado.
Kiss!!
Por The UNLIMITED EDITION, a las 12:03 a. m.
Muy bonito..me gusto mucho tu post..yo leí el principito por primera vez a los 8 años y la verdad no lo entendí.. luego lo leí con 20 y entonces comprendí el mensaje que trasmitía..me conmovió mucho...luego se lo recomendaba a mis alumnos.
Es la primera vez que visito tu blog y me parece muy interesante.. profundo..
Un saludo.
Por Anónimo, a las 8:35 p. m.
Ohhhh es un libro precioso :)la verdad que sí.
Besos.
Por Anónimo, a las 10:21 p. m.
Ummmmmm. Se nota que es primavera....
Por Craso, a las 2:59 p. m.
Precioso homenaje a un libro increíble.A mí me pasó igual que a mapi,me obligaron a leerlo con 10 años o así,y me pareció un libro absurdo y aburrido.Un día con unos 20 años lo descubrí en la estantería y me puse a ojearlo...terminé por leermelo entero de nuevo,y entendí el significado del libro(cosa que cuando era más joven no pude hacer).Es uno de los libros con más mensaje y más bonitos que he leido
Por Anónimo, a las 4:06 p. m.
Muy bonito, sabes que ahora este libro tiene un significado distinto...Bss.
Por Desde otro punto de vista, a las 8:41 a. m.
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