Descenso al Purgatorio
Aquí estoy, ya de vuelta. Como Dante, en poco tiempo he pasado por dos estados antagónicos: ayer en el paraíso (sólo Chema y yo sabemos por qué, jeje) y hoy... de nuevo en la oficina, a 150 kilómetros del cielo. Qué le vamos a hacer, supongo que son realidades que en mi vida se retroalimentan, y sin purgatorio laboral no habría un posterior paraíso vacacional para, seguidamente, retornar como alma en pena sin perder la esperanza de volver cuanto antes al paraíso. Un lío, pero es así.
Este año, en cualquier caso, he decidido que algunas cosas deben cambiar. Y van a cambiar. No tiene sentido que sobrevivamos durante un año con la esperanza de vivir, y digo vivir, tan sólo quince días. Debe cambiar mi actitud hacia este trabajo, que no me gusta nada, o en su defecto buscar la oportunidad para dar el salto a otro sitio donde me sienta mejor y más valorado.
Otra cosita. Algo fundamental, al menos para sentirme bien, es dar pequeños pasitos hacia el encuentro conmigo mismo. Por citar un ejemplo: siempre he tenido ganas de hacerme un tatuaje, y no me he atrevido por el qué dirán, porque mi mundo laboral de chaquetas y corbatas es totalmente ajeno a tatuajes, piercings y pulseritas, porque... pero yo no puedo sentirme ajeno a mi propio cuerpo. Así que lo haré. No en el antebrazo, ni en la nuca, ni en un sitio descaradamente visible (que tampoco me gusta), pero sí. Me lo haré. Y puede que algo más.
Por lo que respecta a mi viaje y a las vacaciones en general, ya os iré dando detalles en sucesivos posts. Aquí sólo quería deciros que he vuelto, que he seguido la evolución de los blogs de los amigos cuando he tenido oportunidad... ¡¡y que viva agosto!! Casi cinco horas en la oficina, y no he tenido ni una llamada. Bendito sea el Señor...
7 Comentarios:
Hola Carlitos...
Me alegra tu vuelta... Aunque si me considero tu amigo, lo que deberia alegrarme es que escribieras todavía desde el cielo.
Te animo a que tomes todas esas decisiones que siempre has tenido en mente. Respecto al tatuaje, tengo un amigo que hace tiempo tiene las mismas intenciones. No te voy a animar a que te tatues una cabra diabólica en la nuca como hizo una novia que tuve, pero hay otros muchos motivos y otros lugares en los que quedarían bien.
Y respecto al trabajo, no me pierdo por nada del mundo el post que escribas tras haber mandado a tu jefe a hacer puñetas... Seguro que Aranzadi decide publicarlo como modelo de carta de dimisión...
Un abrazo.
Por Darko, a las 7:17 p. m.
Me encanta la actitud que provoca en nosotros unos días de felicidad, de tranquilidad, de reflexión..., me encanta pensar que en cuanto nos dejan salir un segundo de la mierda de rueda donde nos tienen metidos, algo en nuestra mente se abre y dice “basta ya”, me encanta, me encanta que vuelvas con la intención de hacerte un tatu, ponerte pulseras y atar la corbata que te imponen llevar, al cuello de tu jefe para apretarla bien fuerte... ganas de rebelarse al fin y al cabo...
Aunque luego sea muy muy difícil salir de aquí, gracias tan solo por sentirlo
Por nosue, a las 8:23 a. m.
Bienvenido. Me alegro de que hayas vuelto, aunque me gustaría que siguieras en el paraíso en vez de a 150 km de él.
Lo de los cambios está bien, ojalá los consigas y te hagan más feliz. Estaremos contigo para que nos los cuentes y apoyarte.
Espero tus post sobre el viaje, seguro que ha sido genial. Besos
Por Anónimo, a las 12:17 p. m.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Por Sal-Bye, a las 9:22 p. m.
Te doy totalmente la razón en dos cosas (lo cual no significa que de hecho, no la tengas en más)...
1) es un gusto (dentro de lo inevitable) trabajar en Agosto y..
2) Harás muy bien en hacerte un tatuaje. Tu teoria de compajinar el "deber" laboral con el cuidado de uno mismo y de sus propias necesidades y metas te aportará seguro parte de ese equilibrio que ayuda aconseguir la felicidad (o en el caso de un trabajo no gratificante, al menos hacerlo más llevadero)
ánimo y a por ello
Por Sal-Bye, a las 9:24 p. m.
Bien!! Te comprendo perfectamente con lo del tatuaje, yo tb kiero hacerme uno, como tu dices, algo ke no se vea, pero es ke tambien si te lo haces apetece que se vea, aunke sólo sea un poquitín. Yo había pensado en tatuarme unas alas de Asterix en los tobillos, pero mi amor frustrado me ha dicho ke eso era hortera, seguro ke tiene razón. El caso es..cuándo atreverse al tatoo?? Yo con el piercing fui con unas amigas y así te animas más ke si vas tu solo, prueba a ir con Chema, además genial si ahora estás menos en la ofi. Besazos,
KiSS!!!
Por The UNLIMITED EDITION, a las 12:46 a. m.
Solamente comentarte que vayas con cuidado, los tatuajes son aditivos. Tengo un símbolo maya estratégicamente situado para que solamente se vea cuando yo quiero y me apetece mucho ir por el segundo. Probablemente este otoño caerá. Un beso.
Por Anónimo, a las 10:15 p. m.
Publicar un comentario
<< Inicio